Santa Sofía Escenario de «Dan Brown Inferno»
Una gran conspiración, estructurada a partir de los pasajes del Infierno de Dante Alighieri, enrola una vez más al historiador e iconógrafo de Harvard Robert Langdon en una serie de investigaciones y persecuciones que le llevarán hasta la ciudad de Estambul, en donde la trama de la más reciente novela de Dan Brown alcanzará su desenlace final.
En esta nueva saga, Robert Langdon (protagonista de las anteriores novelas de Dan Brown como Ángeles y Demonios, El Código Da Vinci y El Símbolo Perdido) deberá resolver un urdido misterio que esconde un poderoso virus destinado a infertilizar a la humanidad.
En la página 334 de “Inferno”, tras llegar a varias conclusiones, Langdon le revela a Sienna, una brillante científica británica que le acompaña: ¡estamos en el país equivocado!, por lo que deciden abandonar Italia para viajar a Turquía, en donde todas las pistas les conducen a la célebre Iglesia de Santa Sofía. Allí se nos revela que “las tradiciones de Oriente y Occidente pueden no ser tan divergentes como imaginamos”.
“No vas a creer lo que hemos descubierto. ¿Has oído hablar alguna vez del director de documentales Göksel Gülensoy? Langdon negó con la cabeza”. En este pasaje se hace referencia a un realizador e investigador turco vinculado a un proyecto real de buceo bajo la basílica de Santa Sofía y que ha revelado varios descubrimientos interesantes en los últimos años.
“Creo que lo que hay debajo de Santa Sofía es mucho más apasionante que lo que hay en la superficie”, cita Brown en su novela al propio Gülensoy, quien se ha mostrado sorprendido y muy entusiasmado con esta referencia del célebre escritor de best sellers norteamericano.
Con estos nuevos misterios de Santa Sofía en el Inferno de Brown se espera que aumente el número de visitantes a la ya concurrida joya arquitectónica de Estambul, que sólo el pasado año recibió a 3.2 millones de visitantes.
Pero si bien Santa Sofía juega un papel principal en la novela, otro increíble sitio turístico de la antigua Constantinopla acogerá su verdadero desenlace: La Cisterna Basílica, una colosal cámara subterránea que se utilizaba para almacenar agua en los tiempos de la antigua Bizancio y que después de esta novela también aumentará, sin dudas, su número de visitas.
En diciembre de 2009 Dan Brown viajó a Estambul, en donde frecuentó toda la zona de Sultanahmet, la más turística de la ciudad y la más antigua del lado europeo y en donde finalmente encontró la inspiración y el misterio para urdir la trama de su Inferno, un libro que aunque acaba de lanzarse, simultáneamente en varios idiomas, ya se estima como uno de los mayores best sellers de 2013.
Museo de la Basílica de Santa Sofía La basílica, Ayasofya Camii Müzesi. Santa Sofía o “Hagia Sophia -Divina Sabiduría”, es sin duda el testimonio más esplendoroso del arte bizantino. Se edificó sobre otras iglesias anteriores y su construcción se inició en el año 532 por orden del emperador Justiniano, terminándose en el 537. El edificio fue diseñado por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, según el modelo paleocristiano de construcción, con planta de cruz griega. Desde el punto de vista arquitectónico, la gran cúpula que corona todo el edificio es lo más interesante. Una gran bóveda central de 55m de altura y 32m de diámetro descansa sobre cuatro pechinas que a su vez reparten el peso en cuatro pilares.
Otras cúpulas laterales, junto a gruesos contrafuertes, contrarrestan la tensión y el enorme peso de todo el conjunto. El interior del templo, amplio, espacioso y ligero, se diseñó para acoger las ceremonias más importantes del emperador. Las paredes interiores, así como los arcos y las arquivoltas, estaban antaño recubiertas con maravillosos mosaicos dorados que al recibir el impacto de la luz producían un ambiente sobrenatural. Hoy, la mayoría se han perdido y las paredes están recubiertas con pinturas y caligrafías árabes del siglo XIX. hechas por los turcos. La basílica ha sido restaurada en diversas ocasiones, la primera fue en el año 562, ya que el terremoto del año 558 dañó la gran cúpula central. Las diferentes restauraciones no han alterado la belleza de la construcción original. Santa Sofía fue inicialmente catedral cristiana, después mezquita durante cinco siglos y, finalmente, en 1935 fue transformada en museo por Atatürk